La oficina de detectives de la ciudad de Nueva York cuenta con casi 5000 oficiales destinados de los casi 50.000 agentes del departamento de policía de la ciudad. Su placa es una de las más conocidas através del cine y las series de televisión, sin embargo las peculiaridades del puesto de detective, sueldos y características del trabajo son desconocidas, he aquí unos cuantos datos curiosos.
El cargo de detective es una especialidad dentro de la policía, no un rango en si mismo y se divide en tres categorias, detective de tercera, de segunda y de primera, si hubiéramos de equipararlo el de tercera estaría bajo la autoridad de un sargento y el detective de primera se equipararía a un teniente.
Cada año la oficina de detectives de New York se enfrenta a unos 53.000 crímenes violentos, un asesinato al día, una violación cada 8 horas, dos robos cada hora y un asalto con agravantes cada dos minutos.
¿Pero como convertirse en detective? "getting one´s gold shield" conseguir la placa dorada como habitualmente se llama entre los agentes a obtener el puesto de detective no es nada fácil, como requisitos previos es necesario tener al menos 21 años, ser ciudadano americano con residencia y permiso de conducir en el estado de New York, ser miembro del departamento de policía con al menos un año de experiencia en su rango, tener 60 créditos universitarios o tres años de carrera universitaria cursada, un mínimo de arrestos en el historial policial y una recomendación de su oficial al mando; con estos requisitos cumplidos se puede acceder a realizar el examen, si se aprueba se realiza un curso de capacitación de 105 horas y prácticas como agente en una unidad de investigación de una oficina de detectives y listo, por fin el agente obtiene el grado de detective de tercera en pácticas.
Detective Edward Murray de la policía de New York.
Además del prestigio que conlleva el puesto, se obtienen beneficios laborales como 27 días de vacaciones al año pagados, días de baja por enfermedad ilimitados,coberturas médicas y dentales y un sueldo anual de casi 60.000 $ para un detective de tercera, 87.738 $ para un detective de segunda y 100.000$ para uno de primera, sin contar las horas extras que sea necesario realizar en el desarrollo de las investigaciones.
En la actualidad la numeración de las placas de detective cuenta con cuatro dígitos soldados, aun que los números se reasignan, pudiendo portar un detective nombrado en 2015 el número 850 por ejemplo.
En el departamento de policía de Nueva York las placas asignadas a los agentes deben ser entregadas el día de la jubilación para ser destruidas y reasignar nuevamente los números.
Esto hace que conseguir una placa original sea practicamente imposible, la perdida de la placa como ya he mencionado en otras entradas relativas a la policía de New York, reporta fuertes sanciones para el policía, esto ha derivado en que gran número de ellos porta placas seconds como esta con su numeración real como agente, el departamento de policía estima en informes internos que unos 35.000 de los 50.000 agentes del departamento ha utilizado placas seconds en sustitución de las auténticas y tras los atentados del 11S he han extremado los controles para evitar la fabricación y distribución de este tipo de placas en EEUU, cada año el departamento de policía de NY sanciona a 25 policías por no portar su placa auténtica durante el servicio.
Abajo imagen de una placa original reconstruida y puesta en subasta tras su destrucción por la ciudad de N.Y. Pese a su originalidad, su estado y su precio no la hacen apetecible para el coleccionista.
Otra curiosidad respecto a los detectives de Nueva York viene dada por la serie televiva CSI, en la vida real la Oficina de Investigaciones Forenses de Detectives de New York recibe el nombre de CSU, esta formada integramente por policías y no cuenta con personal civil de apoyo, su personal lo forma el 1% de los detectives de la ciudad aproximadamente 50 detectives y al parecer si cuentan con tantos medios técnicos como en la ficción, siendo además una unidad preparada para procesar crímenes en entornos peligrosos como después de un ataque nuclear, biológico o químico.
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